Valwicz | LOS ORÍGENES

Tendría que esperar otros cuatro años para ir más allá de la belleza aparente de la madera y la piedra, para descubrir sus insospechadas profundidades. Fue entonces cuando todo cobró sentido, cuando supe la razón de semejante viaje, de varias vidas dedicadas a buscar el templo de una mujer. No sólo podía dibujar sus curvas, sino también captar la esencia misma de mi propia percepción de lo femenino.
Luego vinieron los dibujos de mi visión, la construcción de la página web, la edición de vídeos y finalmente, señoras, una colección de modelos, su colección.
Estos son los orígenes de Valwicz.

En 1994 B.C. me inicié en el 3D y dos años después empecé la escuela de arte. Hice un modesto intento de dibujar las curvas de una mujer. En la década de 2000, improvisé como editor-frammer y luego como desarrollador web hasta adquirir cierta maestría en estos campos. Fui descubriendo las herramientas a mi disposición sin saber aún cómo enlazarlas. En 2011 me llamó la atención el bambú. Pasé varios años descubriendo solo una ínfima parte de su potencial.
2017, la revelación o el encuentro de la belleza de una mujer. Ya no se trata solo de la apariencia, sino de la esencia misma de la feminidad.

Duddy | LA OTRA PERSPECTIVA

Empecé a escribir a los 26 años.
En primer lugar, se trata de textos introspectivos, pues buscamos comprender lo que nos atraviesa cuando el mundo ya no nos basta.
Rápidamente, la cuestión del sentido pasó a primer plano. No para encontrar respuestas, sino para no soltar nunca el hilo que conduce pacientemente a la aceptación de lo dado.
El simbolismo y mi cuerpo sensible me han enseñado a mirar de otra manera.
Desplegar mi visión, dejar atrás mis certezas, ampliar mi conciencia.
Al mismo tiempo, me sumergí en la astrología, no en la astrología de las predicciones, sino en la astrología de los grandes movimientos, tensiones y emancipaciones. Me volví atento a los signos, los ciclos y los pasajes invisibles.
Entonces, un día de 2020, mientras el mundo temblaba, reparé un collar de perlas azabache. Recuerdo haber escuchado una conferencia sobre el simbolismo del hígado. Un hilo desgastado llevaba a otro. Elegí nuevas perlas, nuevos colores, nuevas combinaciones.
No sabía que acababa de abrir una puerta. Una que me llevaría a crear lariats, joyas de la memoria, puentes entre mundos. Desde entonces, escribo, tejo y escucho las estrellas.
Dejo que la vida fluya a través de mí y compongo, según la visión que me habita. Y si este hilo aún te llama, el otro lado de mi universo te espera aquí: